El presidente ruso, Vladimir Putin, declaró la guerra el miércoles por la noche, poniendo fin a semanas de estancamiento diplomático y hundiendo a Europa del Este en una pesadilla de violencia y derramamiento de sangre que no se veía desde los días más oscuros de la Segunda Guerra Mundial.
El líder ruso afirmó que Rusia estaba llevando a cabo una “operación militar especial” para desmilitarizar y “desnazificar” al país con el pretexto de que Rusia se estaba defendiendo.
Putin anunció la operación en un discurso televisado en vivo que se transmitió antes de las 6 am hora local, amenazando a los países que intentan interferir con “consecuencias que nunca han visto”.
Inmediatamente después del discurso, se reportaron explosiones en la capital Kyiv, Kramatorsk, Kharkiv, Odessa y Mariupol. No estaba claro de inmediato cuáles eran los objetivos.
El espacio aéreo ucraniano se cerró a los aviones civiles ya que la región se consideraba una zona de conflicto activo. La Agencia de Seguridad Aérea de la Unión Europea emitió una alerta diciendo que existe el riesgo de “ataque intencional e identificación errónea” de aeronaves civiles.
El país también impuso la ley marcial el miércoles por la noche cuando las fuerzas rusas lanzaron ofensivas en todo el país. Había estado vigente un estado de emergencia en todo el país, lo que otorgaba a los funcionarios poderes adicionales para imponer restricciones. Bajo la ley marcial, los líderes militares son las autoridades absolutas de los civiles de Ucrania.



Putin dijo que el Kremlin no tiene intención de ocupar el país, y culpó al “régimen” ucraniano de cualquier posible derramamiento de sangre.
La inteligencia internacional ha esperado durante mucho tiempo que el líder ruso utilice operaciones de “bandera falsa” para justificar su agresión contra Ucrania.
Putin se había dirigido directamente a las fuerzas de Ucrania en sus declaraciones, instándolas a deponer las armas, según una traducción.
El presidente Joe Biden emitió un comunicado poco después de que comenzara la acción militar, calificando la agresión como “un ataque no provocado e injustificado” por parte de Rusia.
“Putin ha elegido una guerra premeditada que traerá una pérdida catastrófica de vidas y sufrimiento humano”, dijo en un comunicado el miércoles por la noche.
“Solo Rusia es responsable de la muerte y destrucción que traerá este ataque, y Estados Unidos y sus aliados y socios responderán de manera unida y decisiva. El mundo hará que Rusia rinda cuentas”.